Pages

lundi 24 octobre 2016

UN RATITO

Una amiga mía tiene un concepto raro del tiempo. Además, utiliza palabras o frases que no entiendo bien porque hablo mal el castellano.




El primero concepto es: el “ratito”. Cuando no la conocía pensaba que el “ratito” significaba, más o menos entre 5 y 15 minutos. Después, me da cuenta que, a lo menos son 30 minutos, y que el “ratito” puede llegar hasta una hora o mucho mas.

Y sobre todo cuando se trata de llamadas telefónicas.  
Generalmente la frase “Te llamo en un ratito”, si la dice al principio de la mañana, significa que si tengo suerte, me llamara  antes de las dos. 

Podemos asociar al “ratito” el concepto de “cuarto de hora”.

Un cuarto de hora parece algo muy racional, una medida como un litro o un metro.

¡Que no!

El cuarto de hora es un concepto que tiene que ver con la teoría de la relatividad especial de Albert Einstein, de una manera muy directa y muy científica: como lo sabemos, el tiempo, en la teoría de la relatividad, es algo que casi no existe en términos generales. 

Solo existe el concepto de “tiempo personal” y el tiempo personal no puede compartirse con el tiempo de otras personas. Es algo que no tiene nada que ver, o muy poco, con el tiempo de amigos, familiares, etc.

Entonces, si el “cuarto de hora” significa un periodo muy bien determinado para ella, es cierto que no significa la misma cosa por los demás. ¿Una fuente de perplejidad? Es cierto. Pero hay que saber que esta amiga aplica en un modo muy estricto las leyes más avanzadas de la física.

Sabiendo lo largo que puede ser el “ratito” entendemos la dificultad que existe en el concepto de “rato”. Con la frase “llego en un rato” se puede entender: “llego en algunas horas” o “llego en una semana”.

No es que, por ella, no existe una diferencia entre unas horas y una semana. Ella sabe muy bien gestionar su tiempo de trabajo, es decir que si debe llegar en una reunión a las 11 de la mañana, estará presente a las 10:45.

No suele decir que hace caso de su trabajo y no de sus amigos, sino que por los asuntos de trabajo utiliza una herramienta que, en su vida corriente, es muy sofisticada, extraña, de uso muy difícil: un reloj. De uso tan difícil que debe hacer un excesivo esfuerzo para entender que los dos pequeñas agujas que se mueven en un círculo, una más grande que la otra, tienen una relación con algo que se llama “tiempo”, “duración”, etc. 

Es algo muy curioso: por el trabajo el funcionamiento de un reloj es intuitivo; por otras cosas piensa que las agujas son piezas de un juego de Micado, y olvida que la posición exacta de cada una de las dos significa algo.

Prefiere, generalmente, hacer una estimación del horario y de la caracterización de un momento, con la ayuda del sol, de la luna (¡lo que es muy difícil!), de la temperatura, de la cualidad de la luminosidad, de la humedad del aire, de las noticias de la televisión etc.

Prefiere decir “vendré a la puesta del sol” que “vendré a las ocho”. No sé exactamente cuál es su nivel de conocimiento en cosmología. Esta amiga es muy inteligente, muy bien preparada, tiene muchos diplomas, sabe muchas cosas de la vida, pero puede ser que olvida de vez en cuando, que en su pueblo se pone el sol cerca de las 6:00 en diciembre y de las 9:30 en junio. Por los que no olvidan esta particularidad astronómica es difícil de entender lo que significa, en el cerebro suyo, “la puesta del sol”. ¡Hay que esperar! Y no hay que mirar al sol o a las estrellas.

¿Hay que hablar del “momentito”? Este concepto no lo entiendo muy bien. La verdad es que es ambivalente, y que su significación depende de de lo que debe concurrir después del “momentito”. O es algo que le parece importante, y en este caso, tiene más o menos el mismo sentido que “un ratito”. O es una oportunidad que ocurre por casualidad y no tiene otro sentido que “en un tiempo indefinido”. Par mi, de un punto de vista de la traducción, es un concepto muy difícil y tengo que sumergirme en las aguas profundísimas del contexto para obtener una esperanza de comprensión.

Por fin tengo que hablar de un concepto muy extraño. Me he acostumbrado ahora, pero me ha costado mucho. Se trata del concepto de “siete minutitos”. 

Esta amiga utiliza esta medida “siete minutitos” en lugar de 3, 6 o 9 horas. Generalmente se trata de la duración de una siestita (en caso de “siesta”, y no de “siestita”, el peligro lingüístico es grande, porque puede tener el sentido de “una noche”). Lo raro es que no puedo entender porque utiliza el número siete.  ¿Por qué es la duración de la creación del mundo según la Biblia. O que es un número primo? No lo sé. Lo cierto es que “siete minutitos” no hay que entenderlo como lo entendemos, nosotros pobrecitos cartesianos que creemos que, a una palabra, corresponde un sentido.

En resumen se trata de un sistema de medida del tiempo poco conocido en lo cual los unidades son :

  • Un ratito = desde 30 minutos, hasta algunas horas.
  • Un cuarto de hora = desde una hora hasta algunas horas.
  • Un rato = desde algunas horas hasta una semana.
  • Un momentito = un ratito, o a veces indefinido.
  • Siete minutitos = desde 3 horas hasta 9 horas(o más).


Tengo la esperanza que todo eso puede ser útil a algunos lectores si encuentran un bicho raro.


Aucun commentaire :

Enregistrer un commentaire

Vous pouvez ajouter des commentaires.